Fue en este monasterio donde germinó la Orden de San Jerónimo. Su construcción como monasterio propiamente dicho comenzó en el año 1474 sobre una ermita ya existente dedicada a San Bartolomé que databa de 1330.

Este monasterio del siglo XIV ofrece unas instalaciones fuera de lo común. En el exterior, está rodeado de un frondoso bosque y unos impresionantes jardines; en el interior, el claustro mayor, de estilo renacentista, consta de planta cuadrada con dos pisos, salvo en un lado que tiene tres; se articula en la primera planta con arquerías de medio punto decoradas con columnas mientras que la arquería superior está formada por arcos mixtilíneos.

En la actualidad, la última restauración ha preparado San Bartolomé de Lupiana para la celebración de eventos, mayoritariamente bodas y banquetes.